Ruta de Washington Irving. El legado Andalusí.
Washington Irving, es el autor de la ruta, escritor, diplomático norteamericano y viajero romántico, (1783-1859), llega a España en 1828, en visita diplomática. Su primera parada fue Sevilla, donde descubrió el patrimonio andalusí y seducido por el «exotismo» de Andalucía inicia en 1829 el camino entre Sevilla y Granada, siguiendo las huellas hispano-musulmanas, por el camino de la Edad Media, recorriendo los 250 kilómetros que separan Sevilla y Granada.
Actualmente, la ruta que hizo en 1829 está señalizada por todos los pueblos que la componen , abarcando ciudades, monumentales, restos arqueológicos, pueblos, gastronomía ...etc.
El recorrido atraviesa comarcas que en el siglo XIX tuvo la presencia de bandoleros como los Siete Niños de Écija y José María El Tempranillo.
Pueblos por donde pasa la ruta:
Sevilla, Alcalá de Guadaira, Carmona, Marchena, Écija, Osuna, Estepa, La Roda de Andalucía. Fuente de Piedra, Humilladero, Mollina. Vega de Antequera, Archidona, Loja, Huétor-Tajar. Alhama de Granada, Moraleda de Zafayona, Montefrío, Íllora, Fuente Vaqueros, Chauchina, Santa Fe y Granada.
Puntos de información en las oficinas de turismo por donde transcurre.
El viajero en esta ruta romana, es guiado por un habitante del siglo II d. C., Teóphoros, quien les ira mostrando sus restos y edificaciones e importancia, además de los cambios ocurridos en cada lugar en los que la cultura romana se asentó, desde entonces hasta nuestros días, en la provincia de Sevilla. 
Son localidades que tienen una amplia oferta monumental, cultural y turística en la provincia de Sevilla. Pertenecen a esa ruta, Carmona, Écija, Marchena y la Villa Ducal de Osuna. 
Esta ruta está constituida por nueve municipios de las provincias de Sevilla, Málaga, Córdoba y Jaén. Son: Marchena, Osuna, Estepa, Antequera, Puente Genil, Priego de Córdoba, Alcalá la Real, Lucena y Baena. 
Una ruta mágica en la que descubrir y disfrutar de la Vereda Real de Osuna a Ronda, recorriendo unos parajes únicos rodeados de impresionantes olivos centenarios, encinas, alcornoques, chaparros y toda la vegetación propia del monte bajo mediterráneo, con la exclusividad de caminar junto al rio Corbones hasta su nacimiento, en la Aldea de La Atalaya.